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PRURITO ANAL
El prurito anal es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Se trata de una molesta picazón en la región anal que lleva a una irresistible necesidad de rascarse.
Tanto el prurito como el dolor anal ocurren en la unión dermoepidérmica en respuesta al estímulo de los mismos plexos y terminaciones nerviosas. Cuando el estímulo es bajo se produce picazón. Si es más intenso se produce dolor. Puedes ser estimulados tanto receptores químicos, mecánicos, térmicos o eléctricos que abundan en la mucosa anal.
El estímulo produce la acción de mediadores químicos para estimular los receptores mencionados. Estos mediadores son: histamina (la más importante), enzimas proteolíticas, quinina y prostaglandinas.
El prurito anal puede ser primario o idiopático (sin causa aparente) o secundario (a una causa demostrable).
Una larga lista de causa de prurito anal secundario deberán ser descartadas previo al diagnóstico de prurito idiopático. Dentro de estas causas se encuentran:
El tratamiento persigue el objetivo principal de cortar el círculo vicioso: ”picazón - rascado”, aún antes de avanzar en el diagnóstico. Secundariamente se intentará encontrar la causa y erradicarla.
Higiene anal, antihistamínicos, sedantes y antidepresivos están en el armamentario terapéutico y su uso se ajustará a cada caso particular.
Dieta sin alergenos, uso de ropa interior de algodón, evitar todo tipo de medicamentos (cremas, supositorios, ungüentos y medicación vía oral son otras medidas que sean necesarias.
Por ultimo en algunos casos se recomendará:
Reducción de peso, evitar higiene anal excesiva, tratar infecciones en la piel, evitar: café, refrescos cola, alcohol, chocolate, tomate (incluido Ketchup), cítricos, cerdo, leche, frutas secas, condimentos y cigarrillos.