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FISURA ANAL

La fisura anal es una ulceración lineal o elíptica muy dolorosa situada en la parte baja del conducto anal. Siempre se ubica distal a la línea dentada o cripto papilar y deja expuesto el esfínter interno el cual se contractura involuntariamente. Esto produce intenso dolor.

La causa de su aparición no se sabe, pero factores predisponentes o coadyuvantes a su aparición y persistencia son la constipación (evacuación de heces duras), la diarrea aguda, el estrés, alteraciones sectoriales de la irrigación de la mucosa o disyunciones neuromusculares de los receptores locales del ano.

Dolor, como se dijo, es el síntoma más importante. Otros síntomas son el sangrado, en general de escasa magnitud y de sangre roja rutilante, prurito anal, ano húmedo, dermatitis perianal, y supuración anal.

La fisura anal se clasifica en aguda y crónica, según su aparición menor o mayor a 2 meses respectivamente.

La fisura aguda presenta un dolor continuo e intenso, exacerbado por la defecación, lo que hace que el paciente la evite.

Si no se cura y pasa a la cronicidad el dolor disminuye siendo típicamente despertado por la defecación y persistiendo hasta varias horas luego de la misma. La fisura crónica puede permanecer por largos períodos, incluso años y ser fuente de complicaciones tardías como la estenosis anal.

El tratamiento difiere según la etapa (aguda o crónica) de la fisura e incluye medidas para corregir factores predisponentes, analgésicos, diferentes pomadas y ungüentos y finalmente la cirugía.